Si conseguir un nuevo empleo, sacar adelante nuestros proyectos en el trabajo o embarcarnos en un nuevo negocio siempre fue difícil, en estos momentos de crisis sanitaría y económica la dificultad se multiplica. El momento vital personal en el que te encuentres puede requerir que tengas que reinventarte, empezar desde cero y luchar en contra de los elementos, en una situación tan compleja como esta.
Hemos escuchado siempre que una gran carga de motivación y una buena actitud son los dos ingredientes necesarios para enfrentar con éxito los nuevos retos. Y eso es cierto, pero seguro que recuerdas experiencias en las que le has dedicado todo tu tiempo y entusiasmo a un proyecto y no has conseguido lo que buscabas. Incluso cuando la idea estaba avalada por la opinión de expertos y tenía buen encaje en el mercado. Y por eso, ahora que tienes otra vez que ponerte las pilas para seguir avanzado, que necesitas salir airosa del momento, dudas de tu capacidad echando la vista atrás y recordando que en otras ocasiones no bastó con poner toda tu actitud positiva al servicio del proyecto.
Creo que puedo ayudarte a hacerte consciente de lo que entonces pudo fallar.
‘El momento vital personal en el que te encuentres puede requerir que tengas que reinventarte, empezar desde cero y luchar en contra de los elementos, en una situación tan compleja como esta‘.
Soy una mujer Yin o Yang
Todos, hombres y mujeres, tenemos en nuestro interior dos tipos de energía: la femenina y la masculina. Los taoístas denominan a estas dos energías Yin (femenina) y Yang (masculina) y la simbolizan con el famosísimo diagrama que seguro conoces.
La parte negra es el Yin o energía femenina y la blanca es el Yang o energía masculina. Donde acaba la femenina empieza la masculina y viceversa. La energía Yin o femenina es la energía receptiva, creativa e imaginativa. La energía Yang o masculina es la dinámica, activa, agresiva y la que regula la capacidad de dar. Dentro de la parte negra del diagrama hay un círculo blanco, que quiere decir que en el corazón de la parte femenina existe energía masculina y el círculo negro en la parte masculina recuerda que también allí hay energía femenina. Cada parte necesita de la otra para lograr el equilibrio.
La armonización de estas energías opuestas en nuestro interior, logrando un perfecto equilibrio, es la clave para que muchos de nuestros proyectos obtengan buenos resultados.
Desde nuestra situación como mujeres y teniendo en cuenta que las dos energías (femenina y masculina) están presentes en nuestro interior, debemos ser conscientes de que por regla general nuestro trabajo tiene que estar más centrado en desarrollar el lado masculino, que tendemos a manifestar en menor grado por nuestra condición de mujeres, y que nos va a ayudar a equilibrar las competencias de los dos géneros.
Sin embargo, puede que seas una mujer valerosa y potente, deliciosamente masculina, con muchos hitos en tu carrera profesional ganados en innumerables batallas a las que te has tenido que enfrentar a mucha testosterona. Me gustaría tratar aquí los dos casos: mujeres con energía Yin predominante, la mayoría, y mujeres con energía Yang.
‘La armonización de estas energías opuestas en nuestro interior, logrando un perfecto equilibrio, es la clave para que muchos de nuestros proyectos obtengan buenos resultados’.
Desarrollar la energía Yang
Desarrollar tu Yang no consiste en emular los comportamientos propios del sexo masculino, algo que durante décadas parecía ser la clave, lo que tenemos que conseguir es equilibrar las dos formas de ver el mundo que son complementarias, que todos tenemos dentro de nosotros y que nos han ayudado a progresar a hombres y mujeres a lo largo de la historia. En la puesta en marcha de cualquier proyecto necesitamos contar con la energía propia de los dos géneros.
¿Cómo hacer esto? Supongamos que has perdido tu trabajo y que estás pensando en montar un negocio con la indemnización, aprovechando tus conocimientos y experiencia en determinados productos aseguradores. Se me ocurre que quizá eres muy buena técnicamente y has conseguido diseñar un producto asegurador original, utilizando tus competencias Yin de creatividad e imaginación. Además, has encontrado un nicho de mercado con tus dotes de empatía analizando las necesidades que van a originarse a consecuencia de la crisis sanitaria. Probablemente tienes experiencia suficiente para saber con qué aseguradoras contactar para hacer más atractivo el diseño de ese nuevo producto que estás concibiendo. Lo tienes todo: dinero de tu indemnización para invertir en tu idea, conocimiento del mercado asegurador, imaginación y empatía para detectar lo que el mercado va a demandar y por supuesto la actitud: gran dosis de ilusión y muchísimas ganas. ¿Qué puede faltarle a alguien como tú para triunfar?: la energía Yang, es decir la acción.
No insinúo que las mujeres somos pasivas, en absoluto, solo creo que debemos buscar el equilibrio, armonizando la parte más creativa con la acción que es menos natural en nosotras. Mediante la imaginación concebimos proyectos donde podemos desarrollar nuestras competencias naturales, pero es necesario pasar a la acción, mover el producto para darlo a conocer en el mercado. No sirve con analizar el mercado para ser conscientes de que hay una necesidad sin cubrir, hay que movilizarse para cubrir ese hueco.
Hemos comentado que el Yang se resume en acción y que esto está también dentro de ti. Probablemente en el pasado te pusiste metas que no lograste convertir en realidad por falta de insistencia, falta de proactividad o falta de seguridad para moverte en los círculos que te pueden ofrecer la oportunidad que necesitas, o para incorporarte en los entornos que pueden demandar tu producto: proactividad, movimiento, acción y una cierta dosis de agresividad. ¿Reconoces que esta haya sido tu dificultad en el pasado? Si tu respuesta es positiva, tienes que desarrollar tu Yang.
‘Tenemos que conseguir equilibrar las dos formas de ver el mundo que son complementarias, que todos tenemos dentro de nosotros y que nos han ayudado a progresar a hombres y mujeres a lo largo de la historia’.
Lo primero que debes hacer es colocar tu mente en modo ACCIÓN.
Podemos echar mano de la sabiduría popular para que tengas en cuenta algunas sencillas reglas que te van a permitir desarrollar esa energía Yang que constituye el ingrediente que le faltaba a tu proyecto para ser exitoso.
- Equivócate, pero muévete. La inmovilidad es lo mejor que puedes hacer para no conseguir nada. En muchas ocasiones trabajamos en aquello que vamos a ofrecer al mundo y luego nos paralizamos esperando que nos lleguen del cielo las oportunidades para dar a conocer lo que hemos hecho. En nuestro ejemplo, es imprescindible que además de elaborar un buen producto, utilices tus contactos para introducirlo, debes moverte por las redes sociales o anunciarte, si es necesario. Haz lo que sea más interesante para mostrar tu obra al mundo. Convéncete de que lo mejor es no equivocarse por defecto.
- Entiende que el camino estará lleno de frustraciones, pero debes continuar intentándolo. Muchas personas no soportan la frustración y se desmotivan inmediatamente después del primer fracaso. Si tú eres así, piensa que el éxito es como una planta en desarrollo. Cuando trabajas y te mueves sin descanso buscando tu objetivo estás plantando la semilla de lo que luego vendrá. Si la semilla está creciendo y está a punto de emerger convertida en una nueva planta desde el interior de la tierra y justo en ese momento abandonas, nunca podrás ver el fruto de tu trabajo. Confía en tu producto y no te desalientes.
- Enfócate en el famoso “el que no arriesga, no gana” y convéncete de que las personas que han triunfado en los negocios y han conseguido cosas en la vida se han arriesgado mucho y lo han hecho en múltiples ocasiones. Crécete ante los riesgos y afróntalos con inteligencia.
En definitiva, empápate de la idea de que perder está en el camino de ganar, olvídate del miedo al fracaso y deshazte de todos estos frenos mentales que te estoy describiendo y que te impiden pasar a la acción. Convéncete de que no es natural acertar a la primera y que hacer pleno es difícil sin un rodaje inicial.
Quien se ha movido y se ha arriesgado, ha ganado aunque haya perdido. La experiencia de perder es algo realmente muy importante para poder ganar finalmente. Si no consigues ese ansiado contrato con el mediador que va a introducir tu producto asegurador, no te vengas abajo, analiza qué fue mal en esta ocasión y haz cambios para que las cosas vayan mejor en una segunda oportunidad. No te detengas.
‘Empápate de la idea de que perder está en el camino de ganar, olvídate del miedo al fracaso y deshazte de todos estos frenos mentales que te estoy describiendo y que te impiden pasar a la acción’.
Cómo desarrollar tu energía Yin
Es posible que tu seas una mujer de negocios con muchísima fuerza, con un estilo agresivo de trabajo. Es posible que hayas desarrollado tu energía Yang y te falte precisamente desarrollar tu parte femenina, aunque parezca contradictorio cuando hablamos de una mujer.
En ese caso, quizá estés movilizando contactos y lanzándote al mercado laboral ante una situación de desempleo, con muchísima convicción y con gran valentía, sin haberte parado a analizar que cambios previos o evoluciones tienes que hacer en tu perfil profesional.
Ten en cuenta que tu marcada proactividad, tu impulso natural al movimiento y tu fuerza pueden resultar competencias vacías, si no pones en marcha tu maquinaria imaginativa y si no utilizas esa fuerza para ofrecer algo distinto al mundo o para hacerlo de una forma diferente a como lo hacen los demás.
‘Es posible que hayas desarrollado tu energía Yang y te falte precisamente desarrollar tu parte femenina, aunque parezca contradictorio cuando hablamos de una mujer’.
Te aconsejo que tengas en cuenta estos consejos:
- Recuerda que tienes una parte espontánea dentro de ti que has abandonado y se ha quedado enterrada entre tantas responsabilidades. Si escuchas a tu niño interior y juegas más con la vida, surgirán ideas apasionantes que fomentarán tu creatividad. Aparta, al menos durante el tiempo que necesitas para reinventarte, a esa adulta que se sacrifica, a esa mujer valiente dedicada a salvar a los demás y céntrate más en ti, en lo que necesitas y en lo que quieres. Intenta rebajar tu nivel de responsabilidad y juega más con la vida y con las cosas. Deja espacio al ocio y olvida las preocupaciones, diviértete, concédete un tiempo para aparcar los problemas y retomarlos más adelante, date permiso para darte un respiro y deja que fluya la imaginación y la creatividad en ti.
- Suelta el control, no intentes tenerlo todo controlado. Deja espacio en tu vida a las oportunidades y permanece atenta a la llegada de la serendipia. Si no sueltas el control, no vas a poder ver lo que se presenta ante ti cada día y no fluirá tu imaginación y tu creatividad.
Entender que somos seres con energía de los dos géneros nos ayuda a comprender que tenemos en nuestro interior todo lo que necesitamos para conseguir lo que nos proponemos. Poseemos dentro de nosotros la complementariedad que siempre ha existido entre los sexos para evolucionar: avance y consolidación, aventura y seguridad, esas dos fuerzas con las que hombres y mujeres hemos construido el mundo.
‘Entender que somos seres con energía de los dos géneros nos ayuda a comprender que tenemos en nuestro interior todo lo que necesitamos para conseguir lo que nos proponemos’.